Hace unos días vi un documental sobre comida rápida que
recomiendo muchísimo: “Super size me” o como se le conoce en su versión Hispanoamericana
“Super engórdame”. Está escrito, producido, dirigido y protagonizado (y porque
no había más cosas por hacer) por Morgan
Spurlock. El documental es de 2004, pero no se ha quedado obsoleto,
ni mucho menos, y trata sobre los efectos nocivos de la comida rápida,
concretamente, en la población americana tan asidua a ella. Para demostrarlo,
el propio Morgan Spurlock, un hombre sano y en buena forma física, decide alimentarse
solo de comida del McDonald’s durante treinta días. Los resultados de tan
grasiento experimento, son los de esperar: aumento de peso, diabetes,
colesterol, hipertensión… Por no hablar de otras consecuencias menos
previsibles como altibajos emocionales, pérdida del apetito sexual, adicción a
la comida basura, etc.
Yo no estoy muy versada en el mundo de la gastronomía
americana más allá de la comida rápida y la famosísima “American pie” o tarta
de manzana y, por otra parte, de sobra es conocido el acuciante problema de
sobrepeso de los habitantes de ese gigantesco país al otro lado del charco,
pero ver el documental me hizo preguntarme, ¿es que acaso no hay ninguna comida
típica americana que lleve verdura o fruta? Afortunadamente la respuesta es que
sí, sí que lo hay. Recordé que en muchos restaurantes de comida rápida, como el
Kentucky Fried Chicken, existe una opción alternativa a las típicas patatas
fritas que utilizan los yanquis de acompañamiento para muchas de sus comidas:
la ensalada americana o coleslaw.
Me pareció una receta fresca y sana, ideal para estos días
de verano. Así que te la traigo, para ver si de paso me reconcilio un poco con la cocina americana después de las pocas ganas que me
quedaron tras ver el documental.
Dicen que el origen remoto de la coleslaw puede remontarse
al Imperio Romano, aunque yo creo que la ensalada de col de los romanos debía
parecerse a la coleslaw actual, en cuanto a su aliño, lo que un huevo a una
gallina, pero esa es mi opinión.
Lo que sí parece comprobado es que su origen más cercano es
holandés y data del siglo XVIII. Su nombre proviene de la palabra kolsla que es
una contracción de kool salade, es decir, ensalada de col y cuando llegó a
Inglaterra se popularizó con el nombre de cold-salw. Más tarde, se introdujo en
el sur de los EE.UU. gracias a los inmigrantes.
Ahora bien, ya sabes lo que pasa con los yanquis: son muy
dados a los secretismos y el mundo de la cocina no escapa a ello, para sacarle luego rentabilidad o, al menos, fama
a la supuesta “fórmula secreta” de todo lo que hacen. Que si la fórmula secreta
de la Coca-cola, la de tal hamburguesa, la de tal salsa… Entre mis preferidas
está la del rebozado secreto del pollo al estilo Kentucky. Que no es más que la
receta que ideó un humilde cocinero de una estación de servicios de Kentucky,
David Sanders, quien, además, consiguió el sueño americano de enriquecerse en
poco tiempo y al que nombraron honoríficamente “Coronel de Kentucky” y de ahí
que se le terminara conociendo con el apodo de “Coronel Sanders”. Hoy, más de
treinta años después de su muerte, su cara sigue siendo la imagen de la
conocida cadena de comida rápida Kentucky Fried Chicken, especializada,
evidentemente, en pollo frito.
Qué diferente la actitud de los americanos si la comparamos
con la de cualquier ama de casa andaluza a quien haces inmensamente feliz
preguntándole la receta de uno de sus platos y le falta tiempo para recitártela
con todo lujo de detalles y, por si tu memoria te falla, escribírtela en una
hojita de libreta o en el cartón de una caja de galletas, si hace falta.
Por lo tanto, conocida la tendencia americana al secretismo
en sus recetas, no te sorprenderá saber que puedes encontrar muchas versiones
diferentes de la receta de la salsa que lleva la coleslaw y que todo el mundo te
dirá que su receta es la original. También, a la ensalada, que parte de la base
de lechuga y zanahoria ralladas, unas veces se le añade manzana, otras cebolla,
otras pepinillo… ¡Como para aclararse!
Así que yo te voy a dar la receta de la coleslaw que hago en
casa, pues está deliciosa, y para la que opto añadirle manzana porque me gusta
la mezcla de verduras con fruta.
Los ingredientes que necesitas para la salsa son 1 yogur
natural, 2 cucharadas de mayonesa, 1 cucharada de azúcar, 1 cucharada de vinagre,
1 cucharada de jugo de limón, 1 cucharadita de mostaza, sal y pimienta al
gusto.
Y para la ensalada: media col, 2 zanahorias grandes, 1
manzana.
La elaboración es simple. Raya muy finos los ingredientes de
la ensalada y agrega la salsa que habrás hecho mezclando los ingredientes en un
bol previamente.
Antes de servirla déjala reposar una hora en la nevera.
Puedes usarla como acompañamiento de carnes, como entrante,
o como prefieras. ¡Te encantará!
Si tú tienes otra receta de coleslaw que, según tú, se
parece más a la original o la fórmula secreta del rebozado del pollo al estilo
Kentucky, ya sabes: mándamela escrita sobre el anverso de un trozo de cartón de
una caja de galletas.
Enjoy your meal!
*Publicada en la sección de Gastronomía de La voz de Hoy
Una receta riquísima , muy recomendable para este verano !! :)
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