El título de esta receta es una
farsa. Con ensalada de cous-cous o sin ella no vas a cumplir tus propósitos de
año nuevo. Lo sabes. Lo sé. No hace falta que nos engañemos.
El problema está en que no eres
realista, haces listas ambiciosas y muy pretenciosas.
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«Voy a perder no sé cuantos kilos». ¿En serio?
¿Cómo? ¿Con la dieta de la alcachofa o la del cucurucho?
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«Voy a dejar de fumar». Tus negruzcos pulmones y
hasta tu cartera lo agradecerían pero llevas muchos años proponiéndote lo mismo
y nunca duras más allá de una semana.
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«Voy a estudiar todos los días para que no me
pille el toro en los exámenes». Esta sí que es buena.
Podría darte muchos otros
ejemplos pero no puedo ayudarte a cumplir un propósito que ni yo misma cumplí
en mis cinco años de carrera, ni ayudarte a dejar un vicio estúpido y caro como
es el tabaco. Lo que sí que puedo hacer es aconsejarte sobre esa pérdida de
kilos.
Ponerse metas subrealistas no
tiene ningún sentido, más allá que el de rellenar una lista que si te da por
leer en diciembre no hará más que frustrarte al comprobar que no has cumplido
nada de ella. Yo te aconsejaría hacer propósitos más viables. No te propongas
perder una cantidad determinada de kilos para querer conseguirlo rápido y con
el menor esfuerzo posible. Proponte comer sano, evitar caer en la tentación
de bollerías y grasas, salvo en contadas
ocasiones, y lo de perder peso vendrá de la mano, más aún si lo combinas con un
poco de ejercicio.
Comer sano, que se te meta en la
cabeza, no es limitarte a carnes y pescados a la plancha acompañados de una
insulsa lechuga aliñada sin gracia. Si te alimentas así, a la semana te mueres
del asco, te desesperas y vuelves a tus nocivas andadas.
No te voy a hablar de lo de beber
dos litros de agua, hacer cinco comidas diarias, no olvidar las piezas de
fruta… Todo eso lo sabes. Hoy me voy a limitar a traerte una receta muy rica y
saludable para demostrarte que comer bien no tiene por qué ser aburrido. Sin
embargo, te aconsejo que tampoco te vuelvas muy extremista y te prives de algún
capricho de cuando en cuando, solo que lo hagas con moderación. Te lo digo
porque tengo pendiente traerte ciertas recetas deliciosas, de esas que uno
tiene que leer con el babero puesto por no manchar el teclado, que no son
precisamente lights pero que merece la pena comerlas aunque luego haya que
compensarlo portándose “muy bien” con lo que uno come en días posteriores.
A estas alturas ya debes
conocerme. Siempre que te pongo a dieta es porque se aventuran recetas golosas.
Hice lo mismo cuando te traje la receta de lomo de atún con salsa de pimientos del piquillo.
Hoy, como el título indica, te
traigo una ensalada de cous-cous. Puede que te recuerde al tabulé, una ensalada
de origen libanés que se hace con cous-cous o trigo bulgur, algunas verduras
como pepino y tomate, hierbas aromáticas y pasas. Se podría decir que esta
receta es mi particular reinvención del clásico tabulé o, simplemente, la
ensalada de cous-cous más rica que se me ha ocurrido idear.
Los ingredientes que necesitas
para cuatro personas son 250 gr. de cous-cous, 1 tomate grande o 2 pequeños, ½
cebolla, 2 pimientos verdes, aceitunas negras, pasas y queso blanco en salmuera.
Y un aliño de limón, vinagre de manzana y aceite de oliva.
Para la elaboración tienes que
seguir las indicaciones que te vendrán en la caja de cous- cous. Generalmente,
tienes que calentar la misma cantidad de agua que de cous-cous (yo le añado,
además, un poco de sal y pimienta y un chorrito de aceite de oliva a esa agua)
para así hidratar el cous-cous. Hay que irle dando vueltas hasta que haya
absorbido todo el agua. Mientras se va enfriando el cous-cous, puedes cortar
las verduras, las aceitunas y las pasas en trocitos muy pequeños. De aceitunas
negras, pasas y queso no te pongo cantidad porque son ingredientes que te
aconsejo echar al gusto. El sabor dulce de las pasas combina muy bien y le da
un toque muy particular a la ensalada. Y el queso que yo utilizo es uno que
compro cortado en cuadrados y en salmuera pero puedes cambiarlo por alguno
similar o queso feta, se me ocurre.
Cuando tengas todos los
ingredientes cortados en trozos muy pequeños, agrega el cous-cous y aliña con
limón, vinagre de manzana y aceite al gusto. No te pases con el aliño. No es
una ensalada de lechuga a la que le pegue un aliño fuerte. Un par de cucharadas
de cada ingrediente puede ser una buena cantidad. Aunque lo dejo a tu gusto.
Espero haberte dado una buena
idea para comer en estos días y compensar los excesos de las navidades que
todos aún andamos arrastrando. Además, no solo es una receta sana y rica sino
que es de esas tan fáciles y rápidas que son perfectas para un día que tienes prisa,
o para estudiantes “emancipados” cuando se les acaba el cargamento de tupperwares de sus madres, para gente
poco cocinilla que quiere empezar a serlo, etc.
Yo despues de ver tu blog dejo la piña y el tomate con sal de por las noches y las infusiones que tanto me gustan jajaaj pancita llena !!
ResponderEliminarClaro que sí, Urss. ¡Se puede llenar la "pancita" con cosas sanas también! Seguiré trayendo ideas de este tipo ;)
ResponderEliminarCuscus con pollo , pasas y verduritas me molaria mucho para sustituirlo por la piña ( un plato asi estilo arabe) . Gracias por todas estas recetas tan ricas
ResponderEliminarMe gustaria tb que escribieras como hacer una ensalada con sumiri para el verano. Muchas gracias
ResponderEliminarTendré todas tus propuestas en cuenta. De hecho, la próxima receta es de la gastronomía árabe. Y el surimi para el verano no faltará. Bien sûr! =)
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