domingo, 23 de noviembre de 2014

LA LEYENDA PROMISCUA DEL TIRAMISÚ



               Ya lo he dicho muchas veces, rastrear el origen de un plato, a menudo, supone encontrar multitud de versiones más o menos disparatadas de distintas regiones intentando agenciarse la autoría de un clásico culinario. Aunque es cierto que este ejercicio siempre termina siendo muy divertido e ilustrativo.

               Hoy te traigo la receta de un postre italiano muy conocido, el tiramisú, y pese a que podría haber elegido hablarte de varias versiones acerca de sus orígenes yo he preferido contarte la leyenda más promiscua del tiramisú porque , como bien sabes, me preocupo mucho por el postureo cultureta de las charlas entre amigos y me gusta darte siempre información de esa que ameniza veladas. Espero que esta te sirva aunque sea para echarte unas risas o para aplicarte la receta si lo necesitas, que nunca se sabe…

               Cuenta la leyenda que el tiramisú, ambrosía echa postre de cuchara, nació no hace tanto, allá por mediados del siglo pasado, en el Este de Italia, en la región del Véneto. Se dice, además, que fue creado en los burdeles donde la maîtresse ofrecía tanto a los clientes como a sus pupilas este dulce con sugerentes palabras, «Anda, toma cariño, que te doy una cosa que “te tira su”».  “Te tira su” vendría a significar algo así como “tentempié” pero no de ese que te tomas a media mañana para hacer tiempo hasta la hora del almuerzo, qué va, sino  más como un reconstituyente que te mantiene en pie, literalmente, por mucha actividad física que tengas que hacer.

Al parecer, la receta primigenia no llevaba ni nata ni mascarpone que son los que le dan consistencia al manjar pero, a cambio, lo hacen mucho más indigesto y pesado. Al principio era más un rico aporte de glúcidos y cafeína que te daba el vigor necesario para las artes amatorias.

Si del origen del tiramisú te puedes encontrar versiones para todos los gustos, con la receta en sí sucede lo mismo. Yo hoy te traigo la receta que hacemos en casa que es muy buena para hacer un tiramisú tipo tarta consistente. Si quieres hacer un tiramisú más líquido para presentarlo en una copa entonces tendrías que optar por una receta con menos nata y más huevos. Pero como en mi casa somos muy fanáticos de las tartas y como esta receta está que quita el sentío he decidido traértela. Anótala porque, de seguro, te va a gustar mucho.

Los ingredientes que necesitas son 500 gr. de queso mascarpone, 2 huevos, 250 ml. de café negro, 500 gr. de nata para montar, 500 gr. de bizcocho de soletilla, 50 gr. de azúcar blanco, cacao en polvo, una pizca de sal y un chorrito de brandi.

               Esta receta tiene muchos pasos pero no es complicada.

 Separa las claras de las yemas de los huevos. Luego, bate las yemas junto con el azúcar. Una vez batidas agrega el queso mascarpone y sigue batiendo hasta integrarlo. Por otra parte, monta las claras con una pizca de sal. Después, monta también la nata. Y termina el relleno integrando las tres mezclas, primero las yemas con la nata montada y, por último, las claras montadas.

Para montar la tarta, moja los bizcochos de soletilla en el café con el chorrito de brandi y pon una capa sobre el molde que hayas elegido para la tarta. Cubre con una capa generosa de la mezcla que has preparado antes, vuelve a poner otra tanda de bizcochos de soletilla y repite el proceso.

Opcionalmente, puedes echar cacao en polvo entre capa y capa. Si eres muy amante del chocolate más que una opción es una recomendación importante.

Con estas cantidades te da para dos capas de bizcocho de soletilla y dos de crema, si utilizas un molde como el mío de 22 cm de diámetro.

Deja enfriar el tiramisú mínimo seis horas en la nevera. Cuando lo vayas a servir espolvorea cacao por la superficie y listo.


Es un dulce que está de vicio pero no tendrás que ir a un burdel para probarlo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentar es gratis. Y mi respuesta también.
Deja huella de tu paso por aquí y me harás la mar de feliz.