Los cocineros, ¿de qué hablan cuando hablan de
Rock&Roll? Porque ahora a todos parece haberles dado por los platos con Rock&Roll
y a mí no me queda claro qué es eso.
Yo no me atrevo a entrar en la cocina de mi casa, abrir una olla
de comida recién preparada por mi madre, meter las narices y preguntarle a
ella: pero esto, ¿tiene o no tiene Rock&Roll?
He de confesar que, alguna vez, me he puesto a cocinar
escuchando Jailhouse Rock de Elvis Presley y, sin querer queriendo, he terminado
marcándome un baile de caderas que, además, he acompañado con un poco de
percusión sobre las cacerolas. Entonces, ¿estaba haciendo cocina con
Rock&Roll?
Hace unos días un amigo subió a su perfil de Instagram una
fotografía de Keith Richards entre fogones en la casa de Andy Warhol en 1975.
Supongo que esa tampoco era la definición gráfica del concepto que ando
buscando, aunque, todo hay que decirlo, la instantánea en blanco y negro era de
lo más pintoresca con un Keith Richards jovenzuelo y descamisado al pendiente
de una sartén. Una imagen golosa para sus fans, qué duda cabe.
Pero, volviendo a mi duda existencial, el chef Jordi Cruz,
jurado de Masterchef, siempre pide a los concursantes que sus platos tengan
Rock&Roll. Para él, según ha confesado en una entrevista y en el programa,
decir que un plato tiene Rock&Roll, es decir que tiene un sabor muy
potente, que no es plano en boca. Lo sé, como siga definiendo así los sabores
acabaré convertida en una pedante con ínfulas de crítica culinaria.
Por otro lado, su tocayo, el pastelero Jordi Roca, también
se ha unido a la moda. En una entrevista dijo que la cocina es como el
Rock&Roll y explicó: es un estilo de vida. Con esta expresión quiso decir
que la cocina es una parte muy importante de él e incapaz de separarla del
resto de su vida pues siempre está pensando en elaboraciones de postres hasta
cuando realiza actividades cotidianas como el ir a comprar ropa. Supongo que
los psicólogos dirían que eso es una obsesión pero, para qué engañarnos: aquello
que realmente nos apasiona en la vida termina convirtiéndose en una obsesión. Es
más, obsesión y pasión son dos conceptos íntimamente ligados.
No obstante, me quedo
con la idea de Jordi Cruz de los sabores potentes para traerte la receta de un
arroz tan sabrosón que, a la fuerza, tiene que ser Rock&Roll en la cocina
pues cada cucharada te hace vibrar en el paladar. Hoy te voy a enseñar a
preparar un arroz meloso con carrillada ibérica que se asemeja mucho a un risotto
pero no tiene el inconveniente de los risottos de tener que ir echando el caldo
poco a poco. El resultado es un arroz riquísimo
con mucho sabor y un primer plato perfecto con el que no serás el rey del
Rock&Roll pero sí el rey de los fogones en un almuerzo familiar, por ejemplo.
Los ingredientes
que necesitas para esta receta son 500 gr. de carrillada ibérica, 2 cebollas, 1
copa de vino blanco, 2 cucharadas de mostaza, 2 cucharadas de kétchup, 2 hojas
de laurel, 320 gr. de arroz, 100 gr. de morcilla fresca, 1 taza de tomate frito,
1,5 l. de agua, aceite de oliva, sal y pimienta (al gusto).
No pocos ingredientes y una de esas recetas en las que se
intuye que hay mucha cocina detrás. Pero, como siempre, un plato que podrás
elaborar fácilmente siguiendo los pasos
que te detallo a continuación.
Primero, corta la cebolla en brunoise y ponla a pochar con
aceite de oliva en una olla grande. Añade, también, las hojas de laurel.
Cuando la cebolla esté frita, añade los demás ingredientes
menos la carrillada, la morcilla y el arroz. Empezarás, así, a hacer el caldo.
Cuando los ingredientes junto con el agua empiecen a hervir,
apaga el fuego, retira las hojas de laurel y pásalo todo por un chino.
Una vez tengas el caldo fino, añádele la carrillada cortada
en pedacitos y ponlo a hervir durante aproximadamente una hora.
Pasado ese tiempo, comprueba que la carrillada esté tierna
y, si es así, añade el arroz y deja que se vaya haciendo durante 20 minutos.
Mientras el arroz se esté haciendo, no dejes de remover para
que no se pegue.
A los cinco minutos de haber puesto el arroz añade la
morcilla desmenuzada. Es importante que tengas en cuenta este paso. No pongas
más de 15 minutos a cocer la morcilla para que no se deshaga demasiado.
¡Y listo! ¡Potencia en boca!
Advertencia: por mucho Rock&Roll que tenga el plato, no
hace falta ni descamisarse ni lucir tupé para prepararlo.
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