jueves, 23 de abril de 2015

TARTA DE TRES CHOCOLATES Y ALGUNOS TRUQUILLOS PARA QUE SALGA PERFECTA.




Hay una tarta que a los amantes del chocolate se nos hace la boca agua con solo verla: la tarta de tres chocolates. Es una tarta por la que he visto meterse en los fogones a auténticos no-cocinillas que no han podido resistir la tentación y no querían tener que depender de la buena voluntad de alguien que se las hiciera. Tal como lo lees. Esas tres capas cremosas de chocolate son un puro vicio. Y si la congelas se convierte en una tarta helada que quita el sentío.

Como anécdota, te contaré, que una de las finalistas de la segunda edición de Máster Chef Junior, Martina, elaboró una tarta de tres chocolates como postre para su menú en la final. Y es que no es una tarta complicada pero requiere de cierta técnica y un poco de paciencia.

En mi casa solemos hacer la tarta de tres chocolates para ocasiones especiales. Y una de ellas es siempre el cumpleaños de mi madre que fue a principios de abril. Por eso he decidido traerte hoy la receta.

Tengo la tradición de hacer la tarta de tres chocolates con mi madre porque entre dos es más fácil controlar todo el proceso y estar al pendiente de que el chocolate, traicionero, no se pegue al menor descuido. Aunque tú puedes hacerla sin compañía, tampoco se requiere de un doctorado en química, pero anota los consejillos que te voy a dar para que te queden las tres capas bien diferenciadas y no se mezcle todo. Sea como sea, rica te va a salir pues es chocolate, lo tienes fácil, pero como las capas se mezclen no vas a poder posturear subiendo fotos en las redes sociales y dudo yo que puedas convencer a tus comensales con alguna excusa del tipo: es que mi tarta tiene ese aspecto tan extraño porque es una obra de arte abstracto.  No va a colar.

Los ingredientes que necesitas para esta deliciosa tarta de tres chocolates son 250 gr. de chocolate negro, 250 gr. de chocolate con leche, 250 gr. de chocolate blanco, 600 ml. de nata para montar, 600 ml. de leche, 3 sobres de cuajada, 1 paquete de galletas y mantequilla.

En cuanto a la elaboración, lo primero que tienes que hacer es triturar las galletas y mezclarla con mantequilla troceada. La mantequilla se echa a ojo hasta que te quede una pasta con la galleta triturada que debes disponer en un molde desmontable esparciéndola por la base. Si ves que es necesario, aplana con una cuchara o con los dedos para que quede lo más uniforme posible.

Ahora tienes que hacer cada capa de chocolate. Para ello has de poner en un cazo 200 ml. de nata, 200 ml. de leche, la cuajada y el chocolate y esperar hasta que se disuelva todo.

En este punto te voy a dar el primer truquillo. Hay que tener en cuenta que la cuajada no se disuelve muy bien en un líquido caliente. Este suele ser un error muy común. Lo que hacemos en casa es apartar previamente un poco de los 200 ml. de leche (la mitad aprox.) y disolver ahí la cuajada en frío. Una vez disuelta agregamos esa leche con la cuajada a la mezcla de nata, chocolate y el resto de la leche.  Removemos bien y esperamos a que empiece a hervir. Ese es el momento en el que apartamos el fuego.

Puedes utilizar cualquier disposición para poner los chocolates. La más convencional y la que, por la textura de los chocolates, me parece la más adecuada, es poner primero el chocolate negro, luego el chocolate con leche y finalmente el chocolate blanco.

Hay dos truquillos esenciales que te facilitarán el que las capas queden perfectamente diferenciadas. El primero consiste en que entre que elaboras una capa y otra dejes enfriar la tarta en el congelador. Así pues, cuando he vertido el chocolate negro, meto en el congelador la tarta mientras voy preparando la capa de chocolate con leche y repito el proceso mientras  estoy con la capa de chocolate blanco. Para aprovechar ese tiempo y que la capa vaya cogiendo ya algo de consistencia. Y el segundo y más importante truquillo para que las capas queden separadas es que no viertas el chocolate del cazo al molde directamente. El chorro directo de chocolate sobre una capa que aún no está cuajada del todo puede agujerearla y hacer que se mezclen los colores. Para romper ese chorro y que la caída del chocolate sea menos brusca pon una espumadera y echa el chocolate por encima, así éste irá cayendo en cascada y no nos romperá la anterior capa.

Cuando hayas terminado con todas las capas, mete la tarta en el frigorífico durante al menos doce horas. Con los consejos que te acabo de dar, no me cabe la menor duda de que la tarta de tres chocolates te va a quedar perfecta.

Para finalizar tienes dos opciones: o presentas la tarta tal cual o te curras alguna decoración para darle un toque más personal.
 Este año a mi madre se le ocurrió la idea de decorar la tarta de tres chocolates haciendo un círculo de fideos de chocolate en medio y poniendo bombones en forma de quesito por alrededor.  Tú puedes y debes dejar volar tu imaginación. Puedes decorar el borde y no el centro con fideos de chocolate o, si tienes moldes, puedes hacer bombones con formas diferentes.  Otra idea es rallar un poco de chocolate de los tres colores y espolvorear la tarta con esta mezcla. De hecho, muchas veces he decorado mis tartas de tres chocolates así.

Y ya que te he traído una receta cargada de consejos, te dejo el último. Esta es la tarta perfecta para terminar de engatusar/camelar a alguien que se te ande resistiendo o para pedir perdón cuando la has liado parda. Te lo aseguro. Tenlo en cuenta.


*Receta publicada en la sección de gastronomía de La voz de hoy

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