Si en mi última colaboración te traía una receta para
alargar el verano, en esta ocasión te traigo una para que le des la bienvenida
al otoño, que ya vamos tarde.
Paradójicamente, es una receta
que en mi casa se hace mucho a finales de verano, aprovechando que es la época
en la que el manzano que tenemos en la parcela familiar está más cargado y ya
no sabemos qué hacer con tanta manzana por casa. Solemos elaborar tartas de
manzana para aprovechar el excedente porque si, en vez de eso, hiciéramos
compota tendríamos para alimentar a todos los bebés del barrio durante meses, o
hasta puede que a todos los de mi pueblo, yo no lo descartaría.
Ahora que han empezado las
primeras lluvias, lo que realmente apetece por las tardes (al menos a mí) es
tomar algo calentito y acompañarlo de un buen trozo de pastel. Hay placeres muy
sencillos… Otros, no tanto… Por eso, se me ha ocurrido traerte esta receta:
porque viene genial para esta época y porque en mi casa siempre empezamos el
otoño merendando tarta de manzana.