viernes, 22 de mayo de 2015

TARTA DE GALLETAS CON CHOCOLATE BLANCO Y UNA CONJUNCIÓN ASTROLÓGICA DESFAVORABLE.


tarta de galletas

Tengo una hermana pequeña, o lo que es lo mismo, tengo un agujero en mi armario por el cual se escapan mis mejores modelitos los fines de semana o cada vez que la susodicha sufre una de sus crisis existenciales de esas del “no tengo nada que ponerme”. Esta historia es muy común, ¿verdad?

Esta semana iba a hacer la del humo porque he estado muy ocupada y en mi peregrinaje existencial se me había dado una conjunción astrológica desfavorable. Es decir, que he estado yo con mis movidas y mis historias como toda hija de vecino. Pero recientemente fue el cumpleaños de mi hermana y mi madre le preparó una tarta tan rica y fácil de hacer que me parecía muy mal por mi parte no publicar la receta. Por lo que me he puesto frente al teclado esperando que el Universo, si es verdad que conspira por mí, compense mi buena disposición. No, no me he fumado nada raro ni me he tragado un libro de Coelho. Hay días en los que, simplemente, me levanto con un cortocircuito en la caja viscosa llena de cables que guardo en el cráneo y eso, irremediablemente, termina influyendo en mi particular verborrea. No me lo tengas en cuenta.

Vamos a la receta que para eso has llegado hasta aquí. Hace mucho que te propuse reinventar la típica tarta de galleta y flan de los cumpleaños,  también conocida como la tarta de la abuela y te traje una versión distinta con una crema de cacacao en lugar del flan: la tarta de la abuela moderna.

A mi hermana le gustan mucho las tartas de galletas pero también le vicia el chocolate blanco. Así que para su cumpleaños se me ocurrió que sería una buena idea hacerle una tarta de galletas con cobertura de chocolate blanco y crema de chocolate blanco, para que despuntara doblemente el vicio. Es muy fácil parir ideas estupendas cuando tienes una madre que las va a llevar a la práctica, todo hay que decirlo.

Hoy te traigo el resultado de este delicioso experimento a sabiendas de que, si te gusta el chocolate blanco, esta se va a convertir en tu tarta preferida.

Los ingredientes que necesitas son 1 paquete de galletas cuadradas, 400 ml. de nata, 400 gr. de chocolate blanco de cobertura, leche y algún licor. Y para la cobertura, 1 tableta de chocolate blanco de cobertura, un poco de nata opcionalmente y fideos de chocolates o lo que quieras para decorar.

El único detalle significativo a tener en cuenta es que la crema de esta tarta tienes que empezar a prepararla un día antes.

Pon en el fuego la nata y cuando empiece a  hervir retira del fuego y añade el chocolate hasta que se disuelva. Guarda esta mezcla en el frigorífico durante al menos 10 horas. Pasado este tiempo sácala y monta la crema (sí, como si fuera nata).Te quedará una consistencia parecida a la de una mousse.

Ya sabes el sistema sofisticado que requiere montar una tarta de galletas. Dispón las capas en la bandeja mojadas previamente en leche tibia con algún licor. Yo suelo echarle un chorrito de whisky. Mójalas bien porque la crema de chocolate blanco no es muy líquida y si no lo haces se te puede quedar la tarta seca. No obstante, tampoco te pases como si estuvieras mojando galletas  con el café del desayuno.

Ve alternando capas de galletas con la crema de chocolate blanco.

Para la cobertura final, derrite chocolate blanco de cobertura. Puedes agregarle un poco de nata. Esto es opcional y si lo haces que sea muy poco no te vaya a quedar muy aguado el chocolate. Y cubre la tarta con el chocolate blanco derretido.

Reserva en el frigorífico hasta que temple un poco. No la vayas a decorar nada más terminarla porque el chocolate caliente se puede tragar tu decoración como si fueran arenas movedizas y quedarte una guarrada legendaria.

La decoración que le quieras hacer, como suelo aconsejarte, dependerá de tu creatividad y de la persona para la que se haga la tarta.

Yo te comento un poco la decoración de la tarta de mi hermana por si te sirve de inspiración. Las flores son de de fondant de colores. Las hojas se hacen con un molde en forma de hoja y la flor se hace superponiendo pétalos con un poco de maña. Las letras se hicieron con una crema pastelera que teníamos en casa a la que se agregó un poco de colorante rojo. Y la clave de sol, el guiño necesario que debía llevar la tarta a la afición por la música de mi hermana, se hizo con la misma crema de chocolate blanco a la que agregamos colorante azul. Por los laterales lleva fideos de colores para darle un toque desenfadado a la tarta.

Tú deja volar la imaginación. No importa que no tengas colorantes. Lo único que debes evitar es querer decorar con nata porque sobre el amarillo claro del chocolate blanco no se verían.

Y si no eres muy creativo, los fideos de chocolate por encima te pueden sacar del apuro.


¿Has visto la de vueltas que le podemos dar a la clásica tarta de galletas?  Ten por seguro que, más pronto que tarde, te acabaré trayendo otra nueva versión.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comentar es gratis. Y mi respuesta también.
Deja huella de tu paso por aquí y me harás la mar de feliz.