lunes, 5 de enero de 2015

ROSCÓN DE REYES XXL


roscón de reyes



Esta es la noche más mágica del año. Hasta yo, que no soy muy dada a sentimentalismos protocolarios, guardo muy buenos recuerdos de la ilusión y zozobra con la que me iba a la cama el 5 de enero cuando era niña. Hoy día, la mañana del 6 de enero es el único momento de todo el año en el que me permito volver a ser esa niña y me despierto  con una sonrisa tatuada en la cara sabiendo que me voy a dejar agasajar con regalos y me voy a zampar el mejor desayuno del mundo: chocolate caliente con Roscón de Reyes. ¡Espero durante 365 largos días, que se me hacen eternos, para tan ansiado desayuno!

               Este año mi madre ha decidido hacernos un Roscón de Reyes casero enorme, tamaño XXL, por darle una etiqueta, para que pueda repetir en la merienda con mi tan anhelado manjar y  así lo disfrute el doble. Como me ha gustado mucho y me ha parecido una idea genial para aquellas familias grandes o para las que se reúnen luego a merendar para que todos los primos pequeños se muestren sus juguetes y jueguen juntos o para las que, simplemente, son tan adictas a este dulce como yo, le he pedido a mi madre que me chive la receta y te la he traído.

Hacer tu propio Roscón de Reyes es una opción divertida para los amantes de la repostería y que no tiene por qué eliminar el detalle del regalito sorpresa, al contrario, se puede comprar elegido a conciencia para sorprender a tus comensales.

Es una receta un poquito más complicada que las que te suelo traer, pero no es difícil en absoluto y, además, después de casi un año que llevo publicando recetas y de haberte dado práctica para ir progresando poco a poco, creo que ha llegado el momento de que por fin te tires a la piscina y te atrevas con una receta que te hará quedar como el Rey o Reina de la repostería.

Hay que seguir unos pasos para elaborar el Roscón de Reyes que conllevan su tiempo, pero como son tiempos de espera, tampoco vas a tener que estar metido durante horas en la cocina.  No hemos subido tanto de nivel.

Estos son los ingredientes que necesitas. Para la masa madre: 100 gr. de harina, 40 ml de leche, 20 gr. de azúcar, 10 ml. de agua y 10 gr. de levadura. Para la masa del roscón: 500 gr. de harina, 100 ml. de leche, 100 gr. de azúcar, 125 gr. de mantequilla, 2 huevos (y uno para pintar la masa antes de hornear), 25 ml. de agua de azahar, 10 gr. de sal, 25 gr. de levadura y la ralladura de un limón y una naranja. Y los ingredientes que elijas para la decoración. Si lo quieres rellenar necesitas, además, 1 litro de nata, 250 gr. de azúcar y dos cucharadas de queso de untar tipo Philadelphia.

Atención a los pasos de la elaboración. Puede que al leer en los ingredientes “masa madre”  hayas pensado que ya te iba a complicar la cosa y te hayan entrado los sudores del agobio. Nada que ver. Con masa madre me refiero a una masa previa o pre-fermento que se elabora antes de la masa del roscón y que se integra a ella.

Con los ingredientes que te he indicado para la masa madre solo tienes que hacerla con el típico sistema de echar sobre una mesa la harina en forma de volcán, es decir, abriendo sobre el montón un agujero o hueco en medio en el que ir integrando los ingredientes. Lo que sí te aconsejo es que cuando eches la leche esté tibia y en ella hayas disuelto antes la levadura. Cuando tengas esta masa madre elaborada échala en un bol y cúbrela con agua tibia, justo hasta que se cubra, no más. Tapa el bol con papel film y deja reposar durante 15 minutos.

Pasado el tiempo puedes hacer la masa del roscón, utilizando el mismo procedimiento de hacer un pequeño volcán con la harina en el que vas integrando los ingredientes y recordando lo de la leche tibia con la levadura. Integra la masa madre en medio de ese volcán y amásalo todo.

Guarda en un bol o recipiente grande la masa que obtengas en forma de bola y cúbrela con papel film. Deja reposar la masa durante tres horas. La masa va a duplicar su tamaño, por eso te recomiendo que elijas un recipiente grande, no vaya a ser que cuando vuelvas a la cocina y veas la masa saliéndose del recipiente te parezca algo grotesco que ha cobrado vida (soy muy peliculera, aviso).

Pasado el tiempo de reposo, solo tienes que hacerle un agujero en medio con las manos e irle dando vueltas para agrandarlo hasta el tamaño deseado. Hacer la forma del roscón recuerda a ver a una abuela amasando con destreza o a un pizzero vacilando con su masa; creo que con estos ejemplos podrás visualizar mejor el procedimiento.

               Ponle por encima lo que hayas elegido para la decoración: fruta escarchada, rodajas de naranja, almendra picada… lo típico. Y pinta con un huevo batido todo el roscón para que tenga ese el tono dorado característico.

               El momento de horneado requiere de atención, por lo menos desde mi experiencia. Hay que vigilarlo para que no se nos queme o se nos pase de cocción. Suele requerir unos 15 o 20 minutos de cocción, con calor solo abajo, en un horno a 170º precalentado previamente.

               Cuando se haya enfriado puedes darle un brillo. Yo lo hago con un almíbar de agua, azúcar y mermelada de melocotón a partes iguales. Otra opción sería echarle azúcar glass o lo que te guste. Mi madre, incluso, le ha echado al roscón virutas de colores porque nos recuerda a las tartas de la infancia, esas de galletas, y el Roscón de Reyes es otro dulce de los que evocan la infancia.

               Llegado a este punto, ya tendrías un Roscón de Reyes riquísimo pero yo soy muy golosa y no concibo un roscón sin relleno. Los roscones se pueden rellenar casi con lo que se nos ocurra: trufa, crema pastelera, crema de cacao, dulce de leche… Pero yo soy una amante del clásico relleno de nata. ¡Me chifla! Si a ti también te pierde la nata, puedes rajar el roscón y rellenarlo con nata. La cantidad que necesitas para el relleno de un roscón de este tamaño es un litro de nata. A la hora de montar la nata te doy un par de consejos: añádele azúcar, en este caso 250 gr., muy poco a poco y un par de cucharadas de queso tipo Philadelphia. Sé que este último detalle te puede resultar raro pero así te aseguras que la nata no se corta y que queda más “dura”.

               Como ves este manjar de reyes tiene una cuidada elaboración pero su sabor bien lo  merece. Hacer un Roscón de Reyes es de las tradiciones más dulces de estas fechas. ¡No se debería perder!

               Espero que te guste, te atrevas a hacerlo y lo disfrutes en buena compañía.


  ¡Qué tengas una feliz Noche de Reyes y un dulce despertar!


*Receta publicada en la sección de Gastronomía de La voz de hoy.



2 comentarios:

  1. Un gran roscón!!!! Y una perfecta explicación.
    Saludos.
    www.recetasbonappetit.com

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  2. Muchas gracias por tu comentario, recetasbonappetit. Saludos. =)

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