domingo, 19 de junio de 2016

TARTA DE OREO Y ALGUNAS CURIOSIDADES SOBRE LA LEGENDARIA GALLETA.



En 2012 las galletas Oreo cumplieron la friolera de cien años, su primer siglo. Hace unos días yo cumplí 28 y, como yo ansío ser tan famosa y longeva como esas legendarias galletas, se me ocurrió celebrar el año que me caía en suerte preparando una tarta de Oreo. Como ves a mí excusas no me faltan nunca.

Yo siempre digo que, por muy original que uno se crea, todo está inventado. Pero, ¿sabías que las Oreo ya estaban inventadas antes de su comercialización? Ya que si bien las Oreo salieron al mercado en 1912, estas deliciosas galletas que todos conocemos hoy día eran casualmente muy parecidas a unas galletas de la competencia: las galletas Hydrox. Aunque dicen que las Hydrox tenían un sabor más fuerte y picante y menos relleno que las Oreo.

Las Hydrox fueron retiradas en 1996, cuando yo apenas atesoraba 8 años y no estaba para investigaciones culinarias, por lo que perdí irremediablemente la oportunidad de probarlas y comparar su sabor con el de las galletas Oreo.

En los anuncios nos muestran que hay mil formas de comer galletas Oreo: mojándolas en leche, separándolas y chupando la crema… Pero a mí lo que realmente me gusta es aprovecharlas para hacer elaboraciones dulces: batidos, helados, tartas y todo lo que se me ocurra.

Así que hoy te voy a enseñar a hacer una tarta de galletas Oreo sin horno. Porque es verano y recuerda que en verano el horno se toma sus merecidas vacaciones. Lo que, a su vez, evita que mueras por un golpe de calor en tu cocina. Que se habla mucho de las caídas en la ducha pero muy poco de los soponcios entre fogones.

Para hacer una tarta Oreo sin horno necesitas: 300 gr. de galletas Oreo grandes, 600 ml de nata para montar, 2 tarrinas de queso para untar tipo Philadelphia, 6 cucharadas de azúcar, 7 láminas de gelatina neutra, 1 yogur natural y mantequilla. Opcionalmente también puedes necesitar algunas mini galletas Oreo y un poco de nata montada.

Lo primero que tienes que hacer es abrir las galletas Oreo, quitarles el relleno, apartarlo en un bol y triturarlo un poco con un tenedor. Luego, tritura las galletas en una picadora y aparta, aproximadamente 50 gr. de galleta triturada. Después, añade a los 250 gr. de galleta Oreo triturada mantequilla a temperatura ambiente hasta hacer una pasta —la cantidad va un poco a ojo, vigila que quede una masa compacta pero no demasiado aceitosa—. Y extiende la masa por la base del molde de la tarta.

Para el relleno mezcla en un bol la nata —líquida, sin montar— salvo unos 50 ml. que has de reservar, el yogur, las dos tarrinas de queso para untar, el azúcar y el relleno de las galletas Oreo hasta que quede todo homogéneo. Cuando lo hayas conseguido pon a hidratar durante unos diez minutos las láminas de gelatina. Una vez pasado el tiempo calienta la nata que habías reservado y disuelve en ella las láminas de gelatina previamente hidratadas.

Para terminar, intégralo al relleno con movimientos suaves y viértelo sobre el molde.

Tras estos pocos pasos, tienes que reservar la tarta en el frigorífico unas doce horas.

El toque final de la tarta, antes de desmoldarla, consiste en esparcir por encima los 50 gramos de galleta Oreo triturada que habíamos guardado. Puedes ayudarte de un colador para que te sea más fácil y quede más homogénea la capa.

En cuanto a la decoración, como verás en la fotografía, en esta ocasión opté por una decoración algo barroca. Aunque tú puedes hacer lo que se te ocurra.

Con lo fácil que es, muy mal se te tiene que dar la cosa para que esta tarta de Oreo no te quede riquísima, decores como la decores.


Un consejo final: ¡pruébala muy fría!

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