miércoles, 20 de agosto de 2014

MOUSSE DE LIMÓN, UN POSTRE DIGESTIVO IDEAL PARA EL VERANO




El concepto de infierno varía mucho  según las diferentes religiones y culturas pero para mí, el infierno, es una fuente de calor (horno, hornilla, freidora…) en una cocina andaluza en los meses de verano.  Por muy cocinillas que uno sea, eso es inhumano.

Por eso, como ya te he venido adelantando en anteriores entregas, estoy intentando que las recetas que te voy proponiendo en  estos meses sean más rápidas y sencillas de hacer, aún si cabe, que las que te he traído hasta el momento y, a ser posible, que no requieran mucha cocción. No quiero que tengas ninguna excusa para no meterte en la cocina y atreverte a hacerlas. Eso sí, para el otoño ya te estoy empezando a preparar un buen abanico de recetas que te volverán a meter en los fogones pero con las que, a cambio, te vas a deleitar. No obstante, por ahora hace bochorno para tales aventuras cocineras.

Dicho lo cual, hoy he decidido traerte un postre muy refrescante y digestivo: mousse de limón.

Hablemos un poco de la historia de este esponjoso manjarque ya hace algunas entregas que no te ilustro con curiosidades gastronómicas y eso no está bien.

Para remontarnos al origen de este postre tenemos que irnos al país vecino, Francia pues en francés la palabra mousse significa espuma.

Como suele pasar cuando rastreas la historia de un plato, existen  varias versiones sobre quién fue el inventor de la mousse. Hay quienes fechan la invención de la mousse en el siglo XVIII de la mano de un cocinero francés, Menon, y quienes lo  datan un siglo después y como obra del pintor francés pintor Toulouse Lautrec.

Más allá de sus orígenes, lo que sabemos a ciencia cierta es que la mousse debe ser un postre suave y espumoso y que podemos hacerlo a base de clara de huevo montada a punto de nieve o nata montada.

Es muy popular la mousse de chocolate, aunque yo hoy he preferido optar por la versión de limón porque es más digestiva y refrescante lo cual es ideal para esta época del año.
Al igual  que en otras ocasiones, te propongo que si quieres ser creativo, cambies el limón por el  zumo de cualquier otra fruta, por ejemplo dos frutas muy típicas de esta temporada: el melón o la sandía son dos excelentes opciones para hacer una mousse menos convencional.

La mousse de limón es una de esas recetas que requieren tan poco tiempo que puede sacarte de un apuro en cualquier imprevisto.

Los ingredientes que necesitas son 500 ml. de nata para montar, 50 gr, de azúcar, un yogur de limón y el jugo de 3 limones.

Y la elaboración es fácil de intuir. Monta la nata junto con el azúcar. Luego, agrega con movimientos envolventes el jugo de los tres limones y el yogur. Y ya está. Mételo en el frigorífico y en cuanto esté frío, ¡disfrútalo!

Un último consejo: yo suelo acompañarlo con algún barquillo de chocolate, o lascas de chocolate, o cualquier cosa de chocolate que me pille a mano porque combina muy bien y ya puestos a darnos un capricho…


¿Ves? Un postre fácil, rápido y muy fresquito. No todo va a ser helados este verano…

*Receta publicada en la sección de Gastronomía de La Voz de Hoy

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